Un escándalo sacude al fútbol español tras la filtración de audios que sugieren una manipulación en la designación de las sedes para el Mundial 2030 de la FIFA. Las grabaciones, publicadas por el diario El Mundo, comprometen a María Tato, directora de la candidatura, y a Fernando Sanz, exfutbolista y miembro del equipo organizador.
En los audios, Tato admite haber modificado los valores de puntuación de los estadios hasta obtener el resultado deseado. “Vamos a meter valores en el Excel hasta que cuadre”, se la escucha decir en una reunión del 25 de junio de 2024 en la sede de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).
image.png
El caso Vigo: ¿por qué fue descartado?
Inicialmente, el estadio de Balaídos había sido elegido como una de las 11 sedes de España. Sin embargo, dos días después, sin explicación clara, fue eliminado de la lista y reemplazado por Anoeta, en San Sebastián. La alteración en las puntuaciones se realizó sin consultar nuevamente al equipo evaluador.
Los audios revelan que los criterios de evaluación fueron aplicados de manera arbitraria y confusa. Se mencionan discusiones sobre infraestructura, aeropuertos y eventos previos organizados en cada ciudad, sin un consenso claro. Incluso se bromeó sobre qué tipo de espectáculos se considerarían relevantes: “¿Un concierto de Guns N’ Roses cuenta?”, preguntó uno de los asistentes.
Las consecuencias del escándalo en España
Tras la filtración, el proceso de selección de sedes quedó bajo la lupa. Mientras desde la RFEF intentan minimizar el impacto, las autoridades políticas y deportivas exigen explicaciones.
María Tato, abogada y exdirigente del Athletic Club, había sido nombrada para dirigir la candidatura española en el Mundial 2030. Ahora, su futuro en el cargo es incierto mientras la polémica sigue escalando.
Este nuevo escándalo en el fútbol español reaviva las dudas sobre la transparencia en la organización del torneo, que España compartirá con Portugal y Marruecos.
Embed
Lo que se lee ahora